Un viaje culinario por la campiña francesa
Auténtica comida provenzal
¿Por qué no se plantea que un chef privado le prepare un festín tradicional en su villa? Imagínese saborear la riqueza de un gigot d'agneau de 7 heures (pierna de cordero de siete horas), un plato tan reconfortante como sabroso, mientras disfruta del paisaje familiar de la campiña francesa. Esta receta emblemática, acompañada de un sedoso puré de zanahoria, pone de manifiesto lo mejor de los sabores provenzales.
La chef Dautry es una artesana culinaria muy vinculada a la Provenza. Ha trabajado en Suiza y en La Reunión, pero finalmente ha vuelto a sus raíces en El Luberon, donde elabora platos que ponen de relieve los mejores ingredientes de cada temporada. ¿Su filosofía culinaria? Sencillez y autenticidad, con menús que reflejan lo mejor de la generosidad estacional de la Provenza.
Este cordero de siete horas de cocción es una delicia para los paladares más exigentes.
Este plato de cordero de siete horas es una obra maestra de la cocción lenta, en la que se mezclan cebollas, ajos, zanahorias y caldo de ternera para crear una carne tierna y sabrosa que casi se deshace en el plato. Se acompaña de un suave puré de zanahoria, que aporta un sutil dulzor para equilibrar la riqueza del cordero. En conjunto, el Chef Dautry elabora un plato atemporal, perfecto para una reunión íntima en su villa de la Provenza.
Ingredientes
Para el cordero
- Una pierna de cordero, limpia de exceso de grasa y membranas .
- Dos cebollas peladas y picadas en trozos grandes .
- Tres dientes de ajo pelados (un diente picado para el acabado) .
- Tres zanahorias grandes, peladas y troceadas
- Aceite de oliva para asar
- Un litro de caldo de ternera (o de ternera) .
- 50 g de mantequilla derretida .
- Sal y pimienta al gusto
Para el puré de zanahoria
Método
Primer paso: el cordero
- Precalentar el horno a 160°C. Prepara el cordero eliminando el exceso de grasa y las membranas.
- Prepara el cordero.
- En una bandeja de horno, rocía un poco de aceite de oliva y añade las cebollas picadas, las zanahorias y un diente de ajo. Colocar la pierna de cordero encima de las verduras.
- Poner la pierna de cordero encima de las verduras.
- Vierta el caldo de ternera sobre el cordero y las verduras, asegurándose de que el cordero quede parcialmente sumergido.
- Cubra con papel de aluminio.
- Tápelo con papel de aluminio y métalo en el horno, asándolo durante siete horas hasta que el cordero esté tierno y profundamente impregnado de sabor.
- Una vez cocido, colóquelo en una bandeja de horno.
- Una vez cocido, sacar el cordero de la bandeja y colar los jugos de cocción, reservándolos para la reducción. Retirar los huesos del cordero y sazonar con sal, pimienta, mantequilla derretida y el ajo picado. Presione el cordero en un molde de terrina, cúbralo y refrigérelo durante doce horas para que se asienten los sabores.
Paso dos: el puré de zanahoria
- Coloca las zanahorias cortadas en rodajas en un cazo, cúbrelas con agua fría y añade una pizca de sal. Llevar a ebullición, luego reducir el fuego y cocer a fuego lento durante quince o veinte minutos hasta que estén tiernas.
- Escurrir las zanahorias.
- Escurra las zanahorias y páselas a una batidora con la crème fraîche y la sal, batiendo hasta obtener una mezcla homogénea.
- Añada poco a poco la nata líquida y la sal.
- Añadir gradualmente los cubitos de mantequilla fría mientras se bate hasta que el puré quede cremoso y suave. Para obtener una textura más fina, pasar por un colador fino.
Para servir - Corte la terrina de cordero en trozos gruesos y, a continuación, dórelos ligeramente en una sartén caliente por ambos lados. Volver a calentar en el horno a 180°C durante unos ocho minutos.
- Para servir
- Untar cada plato con una cucharada de puré de zanahoria, añadir una loncha de cordero y rociar con el jugo de cocción reducido. Para darle un toque final, decóralo con cáscaras de zanahoria crujientes o almendras tostadas para darle un toque crujiente.
- Para un toque crujiente, decóralo con almendras tostadas.
Este festín provenzal, preparado por un chef local y disfrutado en la comodidad de su villa, ofrece una forma inolvidable de saborear la verdadera esencia del patrimonio culinario de la región.