La crème brûlée de lavanda es una variación delicada y aromática de esta deliciosa receta clásica francesa. La lavanda aporta una nota floral ligera y encantadora, que combina a la perfección con la dulzura cremosa de la crème brûlée. Preparada con mimo y esmero, esta receta se convertirá sin duda en una de las favoritas en ocasiones especiales o simplemente para darse un capricho con un toque de elegancia.
Prepárese para disfrutar de un delicioso postre.
La crème brûlée de lavanda es una deliciosa fusión del postre clásico francés y la aromática lavanda, que captura la esencia de la Provenza. La primera cucharada revela una corteza de azúcar perfectamente caramelizada. Bajo esta capa dorada se esconde una crema aterciopelada, rica y cremosa, impregnada de un sutil toque de lavanda. La lavanda añade una delicada nota floral, que recuerda a los fragantes campos de la Provenza, equilibrando el dulzor con su finura aromática. Cada bocado es una mezcla de textura cremosa y el sabor único y relajante de la lavanda, que le transportará a los paisajes bañados por el sol de la Provenza con cada bocado.
Preparación
Tiempo de preparación: 15 min
Tiempo de cocción: 20 min
Tiempo de reposo: al menos 2 horas
Dificultad: fácil
Coste: €
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Precalienta tu horno a 180 °C (termostato 6) con los ramekins y el agua para la crème brulée.
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Calienta la nata con la lavanda, sin que llegue a hervir, durante 15 minutos.
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En un plato hondo, bate las yemas con el azúcar hasta que la mezcla blanquee y quede espumosa.
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Cuela la nata y viértela sobre la mezcla. Bate la mezcla rápidamente y viértela en los ramequines.
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Coloca los ramequines en la fuente, mételos en el horno y cuécelos durante 20 minutos. Las cremas estarán listas cuando el centro aún esté ligeramente tembloroso.
Las cremas estarán listas cuando el centro aún esté ligeramente tembloroso.
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Deje las cremas en el frigorífico durante al menos 2 horas.
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Siéntate y disfruta.